El plan del Gobierno para perdonar parte de la deuda de las comunidades autónomas ha abierto un nuevo frente de conflicto con el Partido Popular. Mientras el Ejecutivo acusa a los presidentes autonómicos del PP de rechazar la medida por «órdenes de Génova», estos califican la propuesta de «treta» política que no beneficiará a los servicios públicos.

La medida, aprobada este martes, implica que el Estado asumirá más de 83.000 millones de euros de la deuda regional. Este plan forma parte del acuerdo de investidura entre el PSOE y ERC, lo que ha llevado al PP a calificarlo como una concesión al independentismo.

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha criticado la postura del PP, instando a sus líderes regionales a elegir entre «velar por los servicios públicos de sus comunidades» o

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