Una imagen ha sorprendido a unos agentes de la Guardia Civil: un coche de más de quince años apareció estacionado en una pradera, con las matrículas intactas y signos de haber sufrido un golpe frontal.
Más allá de la anécdota, la Guardia Civil recuerda que dejar un coche en la montaña o circular por pistas de tierra sin autorización puede acarrear sanciones que superan los 2.000 euros y alcanzar los 3.000 si se demuestra daño ambiental . La normativa no deja lugar a dudas: tanto la Ley de Montes de 2003 como la Ley de Vías Pecuarias de 1995 prohíben el tránsito de vehículos a motor en caminos rurales y zonas de campo, salvo en casos muy concretos, como el acceso a fincas agrícolas, viviendas aisladas o cotos de caza.
El abandono de este vehículo en plena naturaleza activó de inmediat