El Gobierno nacional radicó en el Congreso un nuevo proyecto de reforma tributaria que contempla que las iglesias y confesiones religiosas paguen impuesto de renta por los ingresos derivados de sus actividades comerciales. La iniciativa, que busca asegurar recursos para financiar el presupuesto de 2026, podría recaudar 26,3 billones de pesos.
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, el objetivo es garantizar la sostenibilidad fiscal y la estabilidad macroeconómica del país en los próximos años, sin afectar la canasta básica ni los sectores más vulnerables. “Lo que estructuramos es una propuesta que financie el 2026 y que, a la vez, dé solidez a mediano plazo”, señaló el ministro Germán Ávila.
Las actividades exclusivamente religiosas —como misas, cultos y oraciones— mantendrán la exenci