Morelia, Michoacán.- “A quien más agradezco es a mi padre, ya falleció desgraciadamente, pero sin él nadie me hubiera inculcado este oficio tan bonito que con el tiempo me fue apasionando más y más. Me emociona mucho hacer guitarras, dedicarle su tiempo y más, desde que empecé a tocar poquito, pues cuando escucho el timbre de las guitarras ya sé si le falta algo o el timbre está rico y listo para que suene en los conciertos”, confesó el maestro laudero Salvador Ángeles.
La historia de Salvador Ángeles Hernández inició en Paracho, Michoacán, un pueblo que como todos sabemos es reconocido a nivel mundial por su tradición guitarrera. Y Salvador, como muchas otras personas de la comunidad, más temprano que tarde se vio envuelto en el universo de este instrumento.
Desde los 12 años de edad, S