Es prácticamente imposible acceder a testimonios, desde Madrid, de las víctimas del terremoto de magnitud 6 que sacudió Afganistán el pasado domingo. De la misma forma que está siendo complicado para los equipos de rescate acceder a las personas, vivas o muertas, que días después permanecen debajo de los escombros. Familias enteras han desaparecido, el Gobierno de los talibanes eleva a 1.411 el número de muertos y a 3.124 los heridos a causa del seísmo que golpeó la provincia oriental de Kunar y otras regiones cercanas, en uno de los países más pobres del mundo.
"¡Somos un país maldito!" , grita Alí Omar nada más responder a la llamada de RTVE.es. La rabia y la frustración le llevaron a presentarse como voluntario en las zonas afectadas. "Hay miles y miles de personas que permane