A las 9 de la mañana las puertas del Colegio Vedruna de Pamplona se han abierto de par en par y cientos de escolares, madres, padres y mochilas con ruedas han invadido el patio del colegio tras el descanso estival . Entre abrazos los niños confiesan que había ganas de encontrarse con sus amigos pero que "ojalá volviese a ser junio para no tener que estudiar". Les ha costado el madrugón y ha habido llantos. Los de algunos pequeños que se aferraban a la puerta de la clase para evitar quedarse en el colegio. Vuelve la rutina escolar y el alivio entre los progenitores es generalizado. "Les hace falta rutina, orden. A ellos y a nosotros. La pobre no ha dormido en toda la noche de los nervios" nos dice una madre, otro padre es más contundente, "por fin ha llegado el día".
Navarra es la prim