En las aguas hirvientes de Yellowstone, donde las temperaturas extremas y la química volátil harían imposible la vida tal como se conoce, un grupo de bacterias desarrolló una estrategia de supervivencia que desafía lo que se creía saber sobre cómo funciona la vida.
Estos microorganismos del género Aquificales lograron algo que los libros de texto consideraban imposible, usan oxígeno y azufre al mismo tiempo para generar energía, una especie de doble motor que les permite prosperar cuando las condiciones cambian de un segundo al otro, reseña el portal Earth.
Doble fuente de energía
El descubrimiento, liderado por Lisa Keller de la Universidad Estatal de Montana y publicado en Nature Communications, revela que muchos otros microbios podrían tener capacidades similares que la ciencia