Este Jueves 4 de septiembre se celebran 480 años del vino chileno, un acontecimiento que nos invita a reflexionar sobre nuestros logros y desafíos como país, región e industria enoturística, así como también la valorización y el conocimiento de nuestro terruño, sus culturas, historias y tradiciones, en especial, la vida de campo que con su temple, paciencia y sacrificio, nutre nuestras mesas, aunque muchas veces se vea expuesta y sujeta a la naturaleza chilena que tanto da como enseña.
Por décadas el vino chileno ha sido nuestro embajador y bandera flameante de reconocimiento a nivel mundial. Al analizar nuestras economías vemos que mayoritariamente son extractivas (pesca y mineria), a diferencia de la agricultura que es distinta, ya que requiere no solo de sensibilidad sino también culto