En Huancayo, dos trágicos casos han conmocionado a la región Junín, involucrando a madres de familia en circunstancias desgarradoras. El primero de ellos es el hallazgo de Celina Alanya de la O, madre de seis hijos, quien fue encontrada sin vida en el río Mantaro, en el distrito de Huancán. Celina había desaparecido la noche del 2 de septiembre. El fiscal provincial Andreey Ortega Vásquez, del Segundo Despacho de la Segunda Fiscalía Especializada en Violencia Contra las Mujeres, informó que la necropsia determinó que la causa de muerte fue ahogamiento por sumersión, sin signos de violencia. Las investigaciones sugieren que Celina pudo haber estado lidiando con problemas personales y un cuadro de depresión, lo que la llevó a tomar esta trágica decisión. La mujer deja a seis hijos, de entre 4 y 20 años, en la orfandad. Su madre, visiblemente afectada, reconoció el cuerpo y comentó que Celina trabajaba en diversos oficios para mantener a su familia tras ser abandonada por su pareja. El cuerpo fue trasladado a la morgue de Hualhuas por los serenos de Huancán y la Policía.
El segundo caso involucra a Ermelinda G. L. H., de 55 años, madre de once hijos, quien fue hallada muerta en una choza de madera en el sector Miluyo, en el distrito de Chongos Bajo. Ermelinda había salido de su casa en Huayucachi la madrugada del 31 de agosto y nunca regresó. Su hija, María Poma, relató entre lágrimas que se despidió diciendo que volvería por la tarde. El cuerpo fue encontrado el 2 de septiembre y presentaba graves heridas en la cabeza, aparentemente causadas por una lampa, y un pasador atado al cuello. La familia señala a Fortunato Soto Toralva, actual pareja de Ermelinda, como el principal sospechoso del crimen. Según la familia, él habría planeado el encuentro bajo el pretexto de contar ovejas, pero en el lugar del hallazgo no había animales, lo que refuerza la hipótesis de un engaño.
La Fiscalía ha abierto una investigación preliminar por feminicidio, y se han ordenado necropsias y pericias criminalísticas. Los resultados forenses confirmaron que Ermelinda murió a causa de un traumatismo cráneo encefálico y asfixia mecánica por estrangulamiento. Fortunato Soto, quien fue visto por última vez el 1 de septiembre, es actualmente un fugitivo. La comunidad de Chongos Bajo ha expresado su indignación y exige justicia, resaltando la necesidad de mayor protección para las mujeres en zonas rurales. Las autoridades han instado a la población a reportar cualquier información sobre el paradero del sospechoso.