Lamentablemente, los peores presagios se han cumplido, y el colegio Osotu Lanbarri ha decidido, en asamblea, detener su actividad educativa iniciada en 2018. Más de 200 niños se quedan ahora mismo sin saber en qué centro iniciarán el nuevo curso.

Una decisión que viene después de dos meses de protestas y más de cuatro semanas acampando a las puertas de la sede del Gobierno Vasco en Bilbao , con huelga de hambre a turnos.

Las esperanzas de las familias estaban puestas en la reunión que el pasado martes el AMPA del centro mantuvo con el departamento de Educación, si bien horas antes recibían un jarro de agua fría debido a un comunicado en el que, desde el Gobierno Vasco, se señalaba que el colegio era "un centro de titularidad privada, cuya sostenibilidad y garantía de continuidad s

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