En una impactante demostración de fuerza, China conmemoró el 80º aniversario de la rendición de Japón y el final de la II Guerra Mundial con un masivo desfile militar en la Plaza Tiananmen , supervisado por el presidente Xi Jinping. El evento reunió a líderes clave, como Vladimir Putin de Rusia y Kim Jong Un de Corea del Norte.
Más de 50.000 espectadores presenciaron un despliegue de armamento avanzado, incluyendo misiles balísticos intercontinentales, láseres de defensa y drones, que resalta la modernización del Ejército Popular de Liberación (EPL) y envía un mensaje de disuasión a Occidente, particularmente a Donald Trump y Estados Unidos.
El desfile exhibió una mezcla de tecnologías convencionales y emergentes, subrayando la inversión china en capacidades de guerra moderna. En