La concepción que tiene el mundo sobre los ‘científicos’ siempre va ligada de una bata blanca, gafas de culo de vaso o derivados, canas y pelos de loco e histrionismo desbordante. Nada más lejos de la realidad, tienen toda la razón. Todos somos así pero nos ocultamos tras una fachada de modismos normales, expresiones coloquiales, ropa normal comprada en tiendas muggle y lentillas. Es un atuendo que la gente ‘no-científica’ no debe saber que llevamos porque si no, la tapadera se descubre.
Nuestra fama nos precede un poco, pero no sólo se queda en los clichés estéticos. Excavando de refilón en el lore académico, los físicos tienen una frase especialmente extendida, aunque también se puede extrapolar a otras ramas de la ciencia, e incluso la agricultura, aunque espero francamente que no. Las