TOVAR, Mérida – La ciudad de Tovar se vistió de gala para la primera de abono de su feria, que vio al ídolo local, Jesús Enrique Colombo, salir a hombros por la Puerta Grande, reafirmando su sitio como una de las figuras más importantes del toreo nacional. La tarde, marcada por la lluvia y el pundonor, dejó un grato sabor en los aficionados que llenaron más de un cuarto el aforo del Coliseo.
La faena de Colombo fue un derroche de recursos y maestría. Con “Dicherachero” su primer toro, el diestro criollo mostró su habitual gancho con el público en el tercio de banderillas, encendiendo los ánimos. A pesar de una reciente lesión en la mano izquierda, el trasteo con la muleta fue limpio, templado y con una conexión directa con los tendidos. La estocada certera que derribó al astado sin puntil