OAKLAND -- No colisionan. Más bien coalicionan. Mientras 20 mil espectadores buscaban la salida del complejo deportivo del Coliseo de Oakland, cerca de 50 mil buscaban cómo entrar.

El espectáculo circense de Monster Jam abarrotó la Arena de Oakland. La población estadounidense la sobrepobló entre el ruido, el humo, y el asombro, para contemplar aquellas bestias de casi seis toneladas de peso, los neumáticos de casi dos metros de ancho y rugiendo desde las tripas de sus 1,500 caballos de fuerza, tres veces lo de un auto Náscar.

Por otro lado, decenas de miles de mexicanos trataban de entrar a través de la constipada Calle 66 a las zonas de estacionamiento, a la espera del partido entre México y Japón.

Pero ni los que se van ni los que llegan colisionan, más bien coalicionan. Familias est

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