Desapareció de la noche a la mañana y ha vuelto de repente, por ensalmo. El pez luna viene y va. No es la misma escultura que estuvo meses y meses en el paseo marítimo del puerto de Xàbia, pero la que ahora se ha colocado (no en la misma ubicación, sino un poco desplazada al sur) es, indudablemente, del mismo artista, de Toni Marí. La única explicación al misterio del pez luna se lee en la propia obra: «Donada por una familia polaca». La escultura ya atrae a los forofos de los amaneceres. Toman la foto del sol en la panza del pez luna. n

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