“Cuando vi que no podía jugar al basquet me hice dirigente para poder participar del deporte desde otro lugar” confía el abogado, profesor y dirigente deportivo rosarino Héctor Gallo durante una hora de charla con La Capital en la biblioteca de su casa en Fisherton, el barrio donde nació y vivió casi toda la vida.
Descendiente de italianos, “Pinino” Gallo -como lo conocen aquí sus amigos- atesora una vasta carrera en la dirigencia deportiva: luego de ocupar distintos cargos fue presidente del Club Fisherton y de Areda (Asociación Rosarina de Entidades Deportivas Amateur), y se especializó en derecho deportivo, donde dictó cursos en el Colegio de Abogados.
Un metro 75 que casi no le permitió jugar al basquet en el Club Fisherton, calvo, de anteojos, buzo amarillo, vaquero y zapatill