España esta llena de rincones singulares donde la historia, la geografía y la política se entrelazan de manera sorprendente. Pequeños territorios singulares que funcionan como "islas administrativas" : pertenecen a una comunidad autónoma, pero están completamente rodeadas por otra.
Alguno de los casos más conocidos son los condados de Treviño en Burgos y Lluvia en Girona . Treviño pertenece a Burgos, pero esta totalmente rodeado por Álava, lo que ha generado reclamaciones y conflictos que se remontan al siglo XIX. Llívia por su parte, pertenece a Girona pero se encuentra rodeado por territorio francés. Su singularidad tiene origen en el Tratado de los Pirineos de 1659 : al estar catalogada como villa y no como aldea, Llívia se mantuvo bajo dominio español, lo que la convir