La presidencia municipal de Chihuahua luce llena de grafitis en color rojo y verde, con enunciados en contra de los toreros y las corridas.
Ayer, un grupo de manifestantes dirigido por un animalista conocido como Superhumano rayó las paredes, puertas y ventanas del antiguo palacio ubicado en el centro de la capital.
Los capiteles, columnas y cornisas de cantera contrastan con el rojo, verde y rosa de los enunciados y carteles en blanco y negro que dicen: “La tortura no es patrimonio cultural” en la puerta del recinto, patrimonio de todas y todos los chihuahuenses.