La historia de Maureen Slough , una mujer de 58 años procedente de Cavan, Irlanda , ha conmocionado a su entorno familiar y ha reabierto el debate sobre la eutanasia . Este caso, revelado por el Daily Mail, ha generado una intensa controversia sobre los controles y la ética de las clínicas suizas en lo relativo al suicidio asistido.
A principios del pasado julio, Slough dijo a sus familiares que se iba de vacaciones a Lituania con una amiga. Tan solo dos días después, la mujer irlandesa murió en la clínica Pegasos , en Basilea, tras pagar 14.503 euros por el procedimiento.
Sus seres queridos se enteraron de esta trágica noticia a través de un breve mensaje de WhatsApp , que además anunciaba el envío postal de sus cenizas .
Maureen solo contó su decisión a una amiga