En la previa al inicio del Gran Premio de Italia, Franco Colapinto recibió la buena noticia que largaría en el puesto 17°, una posición más adelante, por la penalización de Isack Hadjar que debió salir desde el pitlane. Pero, así como inició, así la terminó. No pudo hacer mucho en el Templo de la Velocidad con un coche que le cuesta la velocidad de punta y es el peor monoplaza de toda la parrilla.

Si bien, es un circuito que el piloto argentino conoce a la perfección, el rendimiento de su coche no lo acompaña, al punto que lo hace exigir al máximo y se perjudica físicamente, como lo hizo notar a lo largo de la carrera en una comunicación con su ingeniero Stuart Barlow. Incluso, Franco Colapinto se mostró molesto por quedar casi en el último lugar de la grilla, solo por delante de L

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