Con la llegada del calor, los mosquitos se convierten en una de las mayores molestias dentro y fuera de casa. Aunque los repelentes químicos suelen ser efectivos, muchas personas buscan alternativas naturales que no afecten la salud ni al medioambiente. Una de las más prácticas y económicas es sumar a tu jardín ciertas plantas que, gracias a sus aromas, actúan como un escudo natural contra estos insectos.
La citronella es la estrella indiscutida en este terreno. Su característico perfume cítrico resulta muy agradable para las personas, pero es insoportable para los mosquitos. Esta planta puede crecer tanto en forma de arbusto como en su variante trepadora, adaptándose a distintos espacios del jardín. Además, no solo sirve para ahuyentar insectos, sino que también aporta un toque verde