El psicoterapeuta Barton Goldsmith, explica que la infancia funciona como un laboratorio emocional. Allí , sino también la percepción del riesgo, la manera en que nos vinculamos con los demás e incluso cómo vemos las oportunidades. Cuando un niño crece sin la presión de la inestabilidad económica, desarrolla un tipo de seguridad interna que puede ser muy positiva… pero no está libre de efectos secundarios.
Diversos estudios añaden que los privilegios pueden crear tanto ventajas emocionales como sesgos difíciles de detectar. Por ejemplo, la exposición temprana a viajes o a círculos culturales amplía la visión del mundo, mientras que la falta de contacto con otras realidades puede reforzar la desconexión social o la exigencia extrema hacia uno mismo.
Comportamientos frecuentes en qui