El potus se convirtió en una de las plantas de interior más populares del mundo. Su fama se debe a que resiste distintos ambientes, no exige demasiada atención y, aun así, regala hojas verdes y brillantes que decoran cualquier rincón del hogar. Sin embargo, detrás de su aparente simpleza hay un secreto que muchos desconocen: ciertos cuidados puntuales que marcan la diferencia entre un potus que apenas sobrevive y otro que crece fuerte, con hojas abundantes y enredaderas frondosas.
Especialistas en jardinería coinciden en que el error más común es pensar que “cualquier condición” es suficiente para esta especie. Aunque puede tolerar poca luz o riegos espaciados, el potus alcanza su máximo esplendor cuando se le brinda la cantidad justa de agua, una exposición luminosa adecuada y