El piso en el que Emerson Pineda soportaba sus sueño se vino abajo. Por más de dos décadas la Plaza de Toros de Manizales ha sido su escenario, y a partir del 2027, a raíz de la prohibición definitiva de las corridas de toros, se tendrá que despedir de la arena.
Con 45 años, este banderillero profesional, que también ejerce como maestro en la Tauroescuela Cormanizales desde hace 17 años, hoy habla con la voz quebrantada frente a una decisión que lo deja sin rumbo: “ Es muy difícil aceptar una decisión tan arbitraria ”.
Para él no se trata solo de una tradición que se apaga, sino de la forma de vida que ha sostenido a su familia. “Yo encontré en el toro mi manera de subsistir. Me quedo sin piso económico, y a mi edad ya es imposible coger la pala y la pica. Ninguna empresa me contratar