En Konya , en un presunto infierno en medio de la Anatolia Central que nunca fue tal, pues así lo decidió la selección, España alcanzó la perfección . Ha disputado el equipo de Luis de la Fuente partidos mucho más importantes que el de este domingo, ante rivales con mucho más argumentos, pero quizá nunca interpretó una obra tan redonda como la que padeció Turquía. El marcador, ese elocuente 0-6, sirve de fiel resumen de la masacre futbolística que perpetró la campeona de Europa.
Como tres días antes contra Bulgaria , España dejó la faena más que hecha al descanso. Pero, a diferencia de lo ocurrido en Sofía, en Konya perseveró para convertir en escandaloso el marcador final. Pedri , majestuoso, dirigió una brillante orquesta coral ante una Turquía demasiado ingenua en defensa. Y