NUEVA YORK (AP) — Armen Kirakosian recuerda las frustraciones de su primer trabajo como agente en un centro de llamadas hace casi diez años: clientes irritados, la búsqueda constante a través de menús para obtener información y las notas que tenía que escribir físicamente para cada llamada que manejaba.
Gracias a la inteligencia artificial, este joven de 29 años de Atenas, Grecia, ya no escribe notas ni hace clic en innumerables menús. A menudo tiene perfiles completos de clientes frente a él cuando una persona llama y puede que ya sepa qué problema tiene el cliente antes de siquiera decir “hola”. Puede dedicar más tiempo a servir realmente al cliente.
“La IA ha sacado el robot de nosotros”, asegura Kirakosian
Aproximadamente 3 millones de estadounidenses trabajan en empleos de centros