La vida de Mario Jardel transcurre hoy bajo la consigna de que “ podría estar muerto ”, una frase que resume el peso de sus batallas recientes y la magnitud de los desafíos que enfrenta a diario. A los 51 años, el exdelantero, célebre por su paso por clubes como Vasco , Grêmio , Porto , Sporting, Newell´s y Galatasaray , se esfuerza por dejar atrás un pasado marcado por la adicción al alcohol y la cocaína, así como por episodios de depresión y el trauma de su destitución política.
En diálogo con O´Globo , Jardel detalla cómo ha transformado su rutina para mantenerse alejado de la dependencia química y reconstruir su salud mental, mientras convive con recuerdos de una carrera brillante y cicatrices personales profundas.
La mente, que en su época de futbolista le permitió a