Uno de los mejores delanteros de la década de los 90’, sin ninguna duda, fue Marcelo Salas. El atacante chileno militaba en Universidad de Chile y llegó a River , donde en tan solo dos años se transformó en uno de los jugadores más queridos del plantel, al punto que muchos lo consideran un ídolo. Pero lo que muy pocos saben es que, antes de llegar a Núñez, estuvo a nada se jugar en Boca.
El Matador era una de las grandes figuras del Romántico Viajero, aspirante a luchar por la Copa Libertadores, por lo que el Xeneize, que atravesaba por los primeros años de Mauricio Macri como presidente, lo contactó para que se sume al plantel que comandaba Carlos Bilardo. Sin embargo, para sorpresa de todos, a los pocos días apareció una oferta de River que cumplía con las pretensiones de Marce