En un mundo donde la inmediatez y la conectividad es cada vez más necesaria, los teléfonos inteligentes son una herramienta para que las personas estén comunicadas, informadas y, por cierto, conectadas a su entorno laboral. Lógicamente, entre más tiempo pasamos en las pantallas, mayor es la promoción de aplicaciones que ofrecen diversos servicios, entretenciones o alguna solución. Si bien muchas de ellas son muy atractivas, no siempre son creadas con buenas intenciones.
El robo o hurto de celulares no son el único riesgo al que nos enfrentamos. Hoy, la pérdida de información a través del phishing, tras la descarga de aplicaciones maliciosas, es una práctica cada vez más frecuente en Chile.
Recordemos que el phishing es una técnica de ingeniería social para engañar a personas con el obj