Detrás de los miles de muertes, heridos, ciudades y pueblos devastados que ha sacudido el terremoto al este de Afganistán, hay una tragedia silenciada. Las mujeres afganas abandonadas tras la salida de Estados Unidos y las tropas de la OTAN, en agosto de 2021, han sido doblemente azotadas por esta catástrofe. Su dolor es fruto del desastre natural y, al mismo tiempo, de la condena a la invisibilidad sometidas por el régimen talibán.
En este tipo de situaciones, la población más golpeada siempre es la más vulnerable. En este caso, la realidad que vienen padeciendo estas mujeres se ha visto agravada aún más, si era todavía posible, este fatídico 31 de agosto.
Debemos recordar que tras la vuelta de los talibanes a las estructuras de poder del país su segregación, sometimiento y falta de lib