Cenizas en los campos quedaron de las antaño alegres selvas por donde trotaba el cervatillo, ahora chamuscado . Los bosques gallegos ardieron como nunca junto a leoneses o castellanos, la gran mayoría de los incendios son provocados, pero desde hace décadas no parece que aprendamos, las causas que animan a prender fuego siguen vivas... A veces la necesidad de procurarse trabajo apagándolo contribuye a provocarlos, cuando el puesto no es fijo. Disminución de medios, aumento de las temperaturas, inutilidad de los gobiernos, una vez más. La ineficiencia nos sacude y lo vemos con las catástrofes, la del agua, como sucedió con las inundaciones en Valencia, la del fuego, la natura incendiada y convertida en toneladas de humo que suben a la atmósfera y nos sofocan sonrojándonos. ¡Qué estúpida la

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