OAKLAND -- San Agustín debería estar sentado en el banquillo de la Selección Mexicana , ahí, a un ladito de Javier Aguirre. Le susurraría: “Errar es humano… pero, perseverar en el error es diabólico (Errare humanum est, sed perseverare diabolicum)”.
Defensas que no defienden; contenciones que no contienen; creativos que no crean, y goleadores que no hacen gol. Sí, perseverar en el error, es diabólico.
No es culpa del Vasco. O mejor, no es sólo culpa del Vasco . Sus jugadores viven en un surrealismo impresionante. Y sin decoro… o con descaro, como lo dejan entrever.
1.- “Me sorprendieron, ¡qué bien juegan los japoneses!”, señala Orbelín Pineda en zona mixta, la noche del sábado, en las tripas rústicas del Coliseo de Oakland. Ellos, los japoneses, juegan en tu mismo planeta Tierra, Or