Parece oculto, protegido por la sombra de un ficus y el silencio, y por eso mismo, es ideal para tener una reunión privada. En pleno corazón de Miraflores, específicamente en la calle 28 de julio, El Parrillón destaca hace 25 años por dos razones igual de poderosas: 1) Su entraña cocinada lentamente a leña. 2) Por ser el punto de encuentro de futbolistas no nacidos en el Perú como primer contacto con el país. Los miraflorinos ven llegar a los flamantes jales de la Liga 1 de sus equipos preferidos al restaurante de Pablo Profumo, el ideólogo, el padre, más que el dueño. Un local acogedor donde los comensales tienen contacto con el dueño y se sienten como si comieran en casa.
Este mes cumple 25 años El Parrillón de Pablo Profumo y durante todo este tiempo ha sobrevivido no solo a la p