Querido paisano:

Te escribo desde la cima de la Motilla del Acequión para ponerte los dientes largos, y recordarte que desde esta privilegiada atalaya enclavada en medio de la llanura manchega que tan bien conoces, ya se puede observar en el horizonte el reflejo multicolor de las luces que dan vida al ferial y que cuando el viento reinante es favorable, hasta se pueden escuchar los ecos de la alegría desbordante de la ciudadanía albaceteña celebrando su Feria. Pero como una cosa no quita la otra, no nos olvidamos de que el que fue tu hogar durante tantos y tantos años sigue abandonado de la mano municipal, haciendo caso omiso al refranero popular que afirma que en el pasado está escrita la historia del futuro.

Pero volvamos al presente. Quizás estos días no hayas tenido ocasión de escuch

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