En 2019, Mariano Paternostro compró junto a su hermano un lote en el barrio privado San Sebastián, en el partido de Pilar, con la intención de construir una vivienda para ponerla en alquiler temporario. La obra concluyó en 2022 y, desde ese momento hasta la fecha, aseguran que celebraron “más de 100 contratos sin inconvenientes”.

La modalidad era simple: estadías cortas de fin de semana o temporadas, con pagos al día y un público que, según el propietario remarca, se convirtió en clientela habitual. “Nunca tuve un problema, la gente siempre quiso volver”, recordó Mariano. El precio oscila entre los USD 120 y los USD 200, dependiendo la temporada.

Pero todo cambió en mayo de este año, cuando una mujer de nacionalidad brasileña lo contactó -a raíz de la publicación que había subido a M

See Full Page