A días del sádico crimen de su hija ocurrido el 8 de septiembre de 1990 en la ciudad de Catamarca , Ada Morales, la madre de María Soledad , no podía más de la angustia y la tristeza que sentía mientras acariciaba con sus humildes manos la foto de La Sole, como la llamaban todos con profundo amor, cuando llegó a su casa nada menos que el por entonces gobernador Ramón Saadi . “Ramoncito”, hijo del histórico caudillo peronista Vicente Leonidas , se presentó y pronunció delante de ella una de las frases más utilizadas por los políticos en la historia: “quédese tranquila que vamos a ir hasta las últimas consecuencias”.
Una promesa más que no se cumplió y que fue la primera de una serie de irregularidades, engaños y patrañas que continuaron con el claro objetivo de que no se pudiera o