Muchos rostros compungidos de gobernadores se pudieron percibir en la reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública en Palacio Nacional. Y la razón radicó en la decisión presidencial de hacer corresponsables a los mandatarios estatales de la modernización de las fuerzas locales de seguridad.

El solo punto uno descolocó a los mandatarios estatales, amodorrados en sus palacios de Gobierno con la certeza de que la seguridad era responsabilidad federal, aunque los involucrará en lo estatal y municipal. Dos decisiones fueron implacables:

-Incrementar el estado de fuerza de las policías estatales y de investigación un 25 por ciento a nivel nacional.

-Aumentar el estado de fuerza de los ministerios públicos de las fiscalías estatales en un 30 por ciento a nivel nacional.

Y parece ser que

See Full Page