Abrazos con amigos, sonrisas nerviosas y las anécdotas del verano han protagonizado este lunes la vuelta al cole en la puerta de los centros educativos de la Región.
Pasadas las ocho y media de la mañana llegaba Candela, de 4 años, al CEIP Mariano Aroca junto a su abuela María. Con cara de sueño reconocía tener ganas de empezar, aunque aún le faltan unos días para coger el ritmo de los madrugones a los que había renunciado durante los últimos meses. Al igual que ella, Ariadna aguardaba en la puerta del colegio con su madre Patricia. A Ariadna lo que más le gusta “es ser encargada”, afirma mientras sujeta su nueva mochila. Mientras que ellas saludan a los compañeros, Enzo salía corriendo soltándose de la mano de su padre al grito de “papá, ahí está David”, para ir a abrazar a uno de s