¡Hola a mis luminosos reflectores (reflexivos lectores)! Hoy les escribo desde un avión a media turbulencia, mientras trato de calmar las ansías que da no tener de donde “agarrarse”.
Les presumo que logré subir unos 5 kilitos en estas tan desquihaceradas vacaciones. Dicho esto, vámonos a lo sabroso del chisme.
No quiero mentirles, no vi La Casa de los Famosos 24/7 ni monitoree los programas como lo hago cotidianamente.
La neta estuve como pavo en engorda, disfrutando de la buena carne y el quesito menonita.
Sin embargo, una siempre tiene una opinión para estos menesteres y Emiliano Aguilar merece toda mi atención.
Era inicios del 2017 cuando yo andaba haciendo un reportaje seriado sobre los deportados en las distintas fronteras del país.
Esta investigación me llevó a conocer en la ga