El mercado de la soja transita un momento decisivo y los operadores siguen con máxima atención los próximos movimientos comerciales y técnicos.

Al mismo tiempo, la atención se dirige hacia los subproductos: el aceite y la harina de soja, cuyas exportaciones serán clave para medir la competitividad del poroto estadounidense en medio de una oferta global abundante. Brasil, principal rival en el comercio internacional, proyecta un salto exportador: en agosto podría despachar más de 9 millones de toneladas frente a los 5,9 millones del mismo mes del año pasado.

El mercado de la soja atraviesa un escenario de alta volatilidad, donde la presión técnica y la incertidumbre geopolítica marcan el pulso de los precios. El aceite de soja cayó a mínimos desde junio, aunque la corrección cerró un gap

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