El Ejército de Estados Unidos firmó un contrato con una startup de inteligencia artificial (IA), con el objetivo de que sus soldados puedan utilizar esta tecnología para identificar amenazas y cómo responder ante estas, sin la necesidad de contar con conexión estable a la nube.

El acuerdo con TurbineOne, firma con sede en San Francisco, está valorado en 98,9 millones de dólares, según informaciones reunidas por el Wall Street Journal.

En medio de un escenario en el que los drones han adquirido protagonismo en la guerra moderna y en el que la interferencia generalizada de señales dificulta el envío y la recepción de datos en el frente de combate, este nuevo acuerdo promete potenciar las capacidades de los efectivos militares.

El software de la compañía funciona en computadores portátiles

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