Un dólar planchado, tasas de punta y total absorción de pesos caracterizan hoy a la coyuntura monetaria argentina . No hay que buscar más vueltas ni explicaciones macroeconómicas: la dinámica actual está suspendida hasta que se definan los resultados electorales en octubre. Todo lo demás es accesorio. El resultado final depende del desenlace político: hasta tanto no haya un veredicto en las urnas, la economía funciona en modo espera, con las variables monetarias congeladas en apariencia pero extremadamente sensibles a cualquier shock potencial.
El peronismo espera una explosión del dólar en estos días. Pero esto es imposible: hacia las elecciones de octubre nos encaminamos a un entorno de tasas muy altas si es necesario, con total absorción de pesos y un dólar tranquilo. Si este go