La noticia es un respaldo importante a la industria automovilística española pero también supone abrir un abanico de posibilidades para que el consumidor español adquiera un vehículo 100% eléctrico fabricado en Europ a a unos precios asequibles.
Desde el punto de vista económico, la apuesta del Grupo Volkswagen supone la inversión en España de unos 7.000 millones de euros, con un impacto sobre 145.000 empleos de forma directa o indirecta. De toda esa inversión 3.000 millones se destinarán a electrificar la planta de Barcelona, otros 1.000 millones irán a parar a la fábrica de Navarra y el resto -otros 3.000 millones de euros- se utilizarán para levantar la fábrica de baterías de Sagunto, en Valencia.
De los cuatro modelos presentados en el Salón del Automóvil de Múnich dos de ellos