El búho, un ave nocturna y fascinante, no solo llama la atención por su aspecto y su habilidad para cazar en la oscuridad, sino también por sus curiosas formas de relacionarse entre sí. Entre sus comportamientos más sorprendentes se encuentra una forma especial de demostrar afecto y fidelidad hacia su pareja.

Se trata de una especie rapaza nocturna que pertenece a la familia Strigidae y se distingue por su aspecto particular, a diferencia de las lechuzas, presenta plumas alzadas que simulan orejas, aunque sus verdaderas orejas se encuentran a los laterales de la cabeza, cerca de los ojos. Sus grandes ojos, fijos y orientados hacia adelante, le permiten observar con precisión en la oscuridad, a la vez que compensa la falta de movilidad con la capacidad de girar la cabeza hasta 270°. E

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