Una hipótesis circula entre analistas internacionales y apunta a un escenario inquietante: China estaría preparando el terreno para expandirse militarmente más allá de sus fronteras , no contra Estados Unidos, sino contra un vecino estratégico y con armas nucleares. Esta posibilidad, de confirmarse, implicaría el quiebre de una alianza que hasta ahora se había presentado como sólida.

Los indicios de tal movimiento se apoyan en una estrategia de largo plazo. Pekín busca consolidarse como potencia naval y comercial de alcance global, y para ello necesita asegurarse el control de rutas que definan el comercio mundial en las próximas décadas .

La vulnerabilidad de Rusia como consecuencia de la guerra en Ucrania es el factor que da fuerza a esta conjetura. Su debilitamiento militar y e

See Full Page