Atacantes palestinos abrieron fuego de forma indiscriminada en contra de un grupo de civiles en Jerusalén, dejando un saldo de seis fallecidos y unos 20 heridos. Las autoridades israelíes afirmaron que se trató de un atentado terrorista.
De acuerdo a testigos y autoridades locales, los atacantes llegaron en un carro a una concurrida parada de autobús a las afueras de Jerusalén. Una vez bajaron, dispararon contra varias personas que estaban en el lugar.
El atentado se desarrolló con una «rapidez y brutalidad» que generó un gran caos en la zona. Los testigos aseguraron que los atacantes se enfocaron en las personas que esperaban el autobús en la intersección de Ramot, cerca de los asentamientos israelíes.
«El autobús iba repleto de pasajeros. El conductor nos tuvo diez minutos encerrados,