Corría el año 1975. España estaba frente al televisor, y algo extraordinario ocurría en 'Directísimo', el programa de José María Íñigo: Uri Geller , el famoso "mago de la mente", doblaba cucharas… y prometía arreglar relojes rotos por todo el país. 20 millones de personas vieron aquel momento histórico . La pregunta que todos se hacían era simple: ¿cómo lo hacía?
Geller siempre defendió que sus trucos no eran trucos : aseguraba tener psicoquinesia, radiestesia y telepatía , y que su mente podía doblar el metal y reparar relojes con pura concentración. "El metal se hace maleable con la fuerza de tu voluntad", explicaba en sus actuaciones. Pero, como suele pasar, la ciencia tiene otra versión: calor y fricción aplicada con precisión .
Mientras todos miraban sus ojos y la cuch