Gran parte de la afición italiana desplazada a Debrecen (Hungría), sede en la que se disputó el encuentro ante Israel clasificatorio al Mundial 2026, dio la espalda al campo cuando sonó el himno israelí justo antes del comienzo del partido.
Disputado en la ciudad húngara por motivos de seguridad, sede neutral escogida por la UEFA, el partido volvió a dejar una imagen más bien propia de la pandemia, tal y como sucedió en septiembre de 2024, cuando ambas selecciones se enfrentaron en Budapest en la Nations League y cuando ya la afición italiana dio la espalda al himno.
El estadio Nagyerdei, con capacidad para unas veinte mil personas, no estuvo ni remotamente lleno, con un aforo cercano a las dos mil localidades.
Mientras sonó el Hatikva, el himno nacional de Israel, la mayoría del sector