Se acaba el verano, las mochilas están listas, los uniformes preparados y llega ese momento que mezcla ilusión y nervios: la vuelta al cole. Pero, para muchos padres —sobre todo si es el primer año de guardería o infantil—, lo que de verdad empieza es una auténtica montaña rusa de mocos, tos y visitas al pediatra.

Porque sí: el primer año de escolarización es el año en el que los virus parecen haberse confabulado para hacer prácticas intensivas en casa.

Primer año de escolarización: el “maratón” de mocos

Cuando un niño empieza a ir a la guardería o al colegio, entra en contacto con decenas de niños más, cada uno con su propio repertorio de virus. Su sistema inmune todavía está en fase de “entrenamiento”, así que cada catarro, gastroenteritis o conjuntivitis es una especie de clase acele

See Full Page