Que se anote un tanto mañana en el Congreso y consiga salvar la reducción de jornada depende solo de si Carles Puigdemont está dispuesto a dar oxígeno al Gobierno. Fuentes de Sumar al tanto de las negociaciones explican a LA RAZÓN que el partido está en vilo porque desconoce qué decidirá finalmente Junts, cuyos siete diputados son claves para que el Ejecutivo pueda dar luz verde a la norma estrella del Ministerio de Trabajo que dirige la vicepresidenta segunda.
Estas fuentes precisan que los posconvergentes «tienen su propio debate» y que este trasciende el contenido de la ley que reduce la jornada laboral a 37,5 horas semanales que se someterá al debate de enmiendas a la totalidad en la Cámara. «La decisión ya no depende de cómo ha avanzado la negociación, sino que es más de posicion